jueves, 8 de julio de 2021

Historia de vida

 




La próxima vez que tu mañana te parezca enloquecedora, los niños tarden en vestirse, no logres encontrar las llaves del auto, te encuentres todos los semáforos en rojo...
- no te enojes ni te frustres.
ESTÁS EN EL LUGAR Correcto...

A LA HORA EXACTA..


Después de los atentados del 11 de septiembre, una empresa que tenía sus oficinas en el World Trade Center invitó a sus ejecutivos y empleados que por alguna razón habían sobrevivido al ataque, para compartir su sus experiencias.

La gente estaba viva por las razones más pequeñas eran pequeños detalles como estos:

- Al director de una compañía se le hizo tarde porque era el primer día de kínder de su hijo;

- Una mujer se retrasó porque su despertador no sonó a tiempo;

- A uno se le hizo tarde porque se quedó atorado en la carretera en la que había un accidente;

- A otro sobreviviente se le fue el autobús;

- Alguien se tiró comida encima y necesitó el tiempo para cambiarse;

- Uno tuvo un problema con su auto, que no arrancó;

- Otra regresó a contestar el teléfono;

- Otra ¡tuvo un bebé!

- Otro no consiguió un taxi.

- Pero la historia que más impresionó fue la de un señor que se puso un par de zapatos nuevos esa mañana, y antes de llegar al trabajo le había salido una ampolla. Se detuvo en la farmacia por una curita y por eso está vivo hoy.

- Ahora, cuando me quedo atorado en el tráfico; - cuando pierdo un elevador;
- cuando regreso a contestar un teléfono;
y muchas otras cosas que me desesperan, pienso primero:

“Este es el lugar exacto en el que debes estar en este preciso momento”...

-La próxima vez que tu mañana te parezca enloquecedora, los niños tarden en vestirse, no logres encontrar las llaves del auto, te encuentres todos los semáforos en rojo...
- no te enojes ni te frustres.

ESTÁS EN EL LUGAR Correcto...
A LA HORA EXACTA..





En el primer día de clase, el profesor de “Introducción al Derecho” entró al aula y lo primero que hizo fue pedir el nombre de un estudiante que estaba sentado en la primera fila:

—¿Cuál es su nombre?

—Mi nombre es Nelson, Señor.

—¡Fuera de mi clase y no vuelva nunca más! —Gritó el maestro desagradable.

Nelson estaba desconcertado. Cuando volvió en sí, se levantó rápidamente recogió sus cosas y salió del aula.

Todo el mundo estaba asustado e indignado, pero nadie habló.

—¡Muy bien! Vamos a empezar, dijo el profesor.

—¿Para qué sirven las leyes? preguntó el maestro —los estudiantes seguían asustados, pero poco a poco empezaron a responder a su pregunta:

—Para tener un orden en nuestra sociedad.

—¡No! – Respondió el profesor.

—Para cumplirlas.

—¡No!

—Para que las personas equivocadas paguen por sus acciones.

—¡No!

—¿Alguien sabe la respuesta a esta pregunta!

—Para que se haga justicia – una muchacha habló con timidez.

—¡Por fin! Es decir, por la justicia.

—Y ahora, ¿qué es la justicia?

Todos empezaron a molestarse por la actitud tan vil del profesor.

Sin embargo, continuaron respondiendo:

—A fin de salvaguardar los derechos humanos…

—Bien, ¿qué más? —preguntó el maestro.

—Para diferenciar el bien del mal, para recompensar a aquellos que hacen el bien…

—¡Okey!, no está mal, pero respondan a esta pregunta:

— “¿Actué correctamente al expulsar a Nelson del aula?”

Todos estaban en silencio, nadie respondió.

—Quiero una respuesta por unanimidad!

—¡No! —Todos contestaron con una sola voz.

—Se podría decir que he cometido una injusticia?

—¡Sí!

—¿Y por qué nadie hizo nada al respecto? ¿Para qué queremos leyes y reglas, si no tenemos la voluntad necesaria para practicarlas? Cada uno de ustedes tiene la obligación de hablar cuando es testigo de una injusticia. ¡No vuelvan a estar en silencio, nunca más! Vayan a buscar a Nelson —dijo. Después de todo, él es el maestro, yo soy un estudiante de otro período.

Aprendan que cuando no defendemos nuestros derechos, se pierde la dignidad y la dignidad no puede ser negociada.




NO DISCUTAS CON BURROS 

El burro le dijo al tigre:
— "El pasto es azul".

El tigre respondió:
— "No, el pasto es verde".

La discusión se calentó, y los dos decidieron someterlo a un arbitraje, y para ello concurrieron ante el león, el Rey de la Selva.

Ya antes de llegar al claro del bosque, donde el león estaba sentado en su trono, el burro empezó a gritar:

— "Su Alteza, ¿es cierto que el pasto es azul?".

El león respondió:
— "Cierto, el pasto es azul".

El burro se apresuró y continuó:
— "El tigre no está de acuerdo conmigo y me contradice y molesta, por favor, castígalo".

El rey entonces declaró:
— "El tigre será castigado con 5 años de silencio".

El burro saltó alegremente y siguió su camino, contento y repitiendo:
— “El pasto es azul”...

El tigre aceptó su castigo, pero antes le preguntó al león:
— "Su Majestad, ¿por qué me ha castigado?, después de todo, el pasto es verde".

El león respondió:
_ "De hecho, el pasto es verde".

El tigre preguntó:
— "Entonces, ¿por qué me castigas?".

El león respondió:

— "Eso no tiene nada que ver con la pregunta de si el pasto es azul o verde.

El castigo se debe a que no es posible que una criatura valiente e inteligente como tú pierda tiempo discutiendo con un burro, y encima venga a molestarme a mí con esa pregunta".

La peor pérdida de tiempo es discutir con el necio y fanático al que no le importa la verdad o la realidad, sino solo la victoria de sus creencias e ilusiones.

Jamás pierdas tiempo en discusiones que no tienen sentido...

Hay personas que por muchas evidencias y pruebas que les presentemos, no están en la capacidad de comprender, y otras están cegadas por el ego, el odio y el resentimiento, y lo único que desean es tener la razón aunque no la tengan.

Cuando la ignorancia grita,
la inteligencia calla.

Tu paz y tranquilidad valen más.


SE ESTA MURIENDO LA GENERACION DE HIERRO.


La generación que sin estudios educó a sus hijos.
La que, a pesar de la falta de todo, nunca permitió que faltara lo indispensable en casa .
La que enseñó valores; empezando por Amor y Respeto.
Se esta muriendo la gente que enseñaba a los hombres el valor de una mujer y a las mujeres, el respeto por los hombres.
Se están muriendo los que podían vivir con pocos lujos, sin sentirse frustrados por ello.
Los que trabajaron desde temprana edad y enseñaron el valor de las cosas, no el precio.
Mueren los que pasaron por mil dificultades y sin rendirse nos enseñaron cómo vivir con dignidad.
Los que después de una vida de sacrificio y penurias, se van con las manos arrugadas y la frente en alto.
Se está muriendo la generación que enseñó a vivir sin miedo.
¡Se está muriendo!
la generacion que nos dio la vida. 







En la facultad de Medicina, el profesor se dirige a un alumno y le pregunta:
-"Cuántos riñones tenemos?"
–"¡Cuatro!", responde el alumno.
-"¿Cuatro?", replica el profesor, arrogante, de
esos que sienten placer en pisotear los errores de los alumnos.
-"Traiga un fardo de pasto, pues tenemos un asno en la sala", le ordena el profesor a su auxiliar.
–"¡Y para mí un cafecito!", replicó el alumno al auxiliar del maestro.
El profesor se enojó y expulsó al alumno de la sala.
El alumno era, por cierto, el humorista, Aparicio Torelly Aporelly (1895-1971), más conocido como el "Barón de ltararé".
Al salir de la sala, todavía el alumno tuvo la audacia de corregir al furioso maestro:
–Usted me preguntó cuántos riñones ‘tenemos'.
‘Tenemos' cuatro: dos míos y dos suyos. ‘
Tenemos' es una expresión usada para el plural. “
Que tenga un buen provecho y disfrute del pasto”.
La vida exige mucho más comprensión que conocimiento.
A veces, las personas, por tener un poco más de conocimiento o 'creer' que lo tienen, se sienten con derecho de subestimar a los demás.


Una botella de coca cola en el supermercado vale 0.50 dólar aproximadamente.

La misma botella en un bar, cuesta 1.00 dólar.

En un buen restaurante un hotel puede valer hasta 2.50 o 3.00 dólares

En un aeropuerto o en el mismo avión, hasta 5.00 dólares te pueden cobrar.

La botellita es la misma, la marca también, lo único que cambia es el lugar.

Cada lugar, da un valor diferente al mismo producto.

Cuando te sientas nulo, que no vales nada, cuando todo tu alrededor te menosprecie, cambia de lugar, no te quedes ahí.

Ten el coraje de cambiar de aires y vete a un sitio donde te den el valor que mereces y te consideren lo que eres.

Rodéate de gente que aprecie realmente lo que vales.

Vales un montón.













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